El principio de la digestión anaerobia territorial debe ante todo responder a las necesidades de los territorios. Proporciona así una solución que responde a varios desafíos ambientales, incluido el procesamiento de materiales orgánicos con miras a su recuperación en energía y fertilizante natural, al tiempo que contribuye a la independencia energética de los territorios y la autonomía agrícola del país. Permite a las comunidades y agricultores beneficiarse de una solución a sus necesidades y obligaciones en materia de reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, que no pesa sobre la fiscalidad local. La digestión anaeróbica es parte de un circuito económico corto, circular y virtuoso. Las instalaciones de Metanización deben ser consideradas como equipos imprescindibles en nuestros territorios, en cuanto a las soluciones locales que aportan a los retos ambientales y económicos.